Este
capitel está historiado. Sobre él inciden los rayos solares en los
Equinoccios de primavera y otoño, fenómeno casi único en España.
Históricamente es el más importante, y artísticamente uno de los mejores
de la iglesia. A la figura asexuada de la mandorla del original le
faltan los brazos por deterioro del material.
Sobre
su simbolismo se han dado varias veriones: Los ángeles presentando a
Dios el molde de Adán, un simbolismo funerario, el alma de la santa
titular de la iglesia (Santa Marta, Virgen y mártir), y una última
interpretación, que lo relaciona con la Glorioso Resurrección de Cristo
que es elevado al cielo. La identificación de la figura de la mandorla
con Jesucristo se basa en las huellas que presenta la figura en los dos
pies, que bien pudieran asimilarse a las huellas de los clavos que
presentarían las extremidades inferiores de un crucificado. La
incidencia de la luz durante los equinoccios se produce a las 8:00 de la
mañana, hora solar.
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